El cabello está vivo desde el cuero cabelludo hacia el interior y su complejidad va más allá de lo que podemos intuir a simple vista. A lo largo de los siguientes artículos, te invitamos a profundizar en la naturaleza del cabello. En este primer post desvelamos algunos de sus “secretos”, como su estructura, el color o cómo crece ¿nos acompañas?

El cabello

La condición y la apariencia del cabello están intrínsecamente vinculadas al estado de salud del cuero cabelludo. Este último, similar en su estructura a la piel, está formado por tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis. Sin embargo, es importante destacar que el cuero cabelludo alberga una mayor densidad de folículos pilosos y cuenta con una circulación sanguínea más eficiente en comparación con otras áreas de la piel.

Composición del pelo

El cabello humano posee una fortaleza sorprendente, gracias a la presencia de queratina. Esta proteína fibrosa está compuesta por cadenas polipeptídicas con una estructura helicoidal, que le confiere al cabello una combinación única de elasticidad y resistencia. Un cabello en buen estado puede estirarse hasta un 30% de su longitud original antes de romperse. La queratina, como componente principal de las fibras capilares, define al cabello como una estructura filiforme queratinizada que se extiende desde la epidermis hasta la dermis, donde reside el folículo piloso. Con el paso del tiempo, el cabello tiende a volverse más seco y frágil, a medida que la queratina capilar pierde su elasticidad original.

Junto al folículo encontramos el músculo piloerector y la glándula sebácea, todos ellos constituyen el complejo folículo pilosebáceo.

Crecimiento del pelo

El ciclo de vida de un cabello se extiende por un promedio de 7 años. Durante este periodo atraviesa tres etapas claramente definidas:

  • Fase anágena (crecimiento)
  • Fase catágena (reposo)
  • Fase telógena (caída)

Cada fibra capilar tiene su propio ritmo en este ciclo, funcionando de manera independiente de sus vecinas. La duración de este ciclo capilar varía según factores como la edad, la región del cuerpo, la longitud y el grosor del cabello en particular. La fase de anágena en el cuero cabelludo se extiende entre 3 a 6 años y el 80% del cabello se encuentra en este momento del ciclo. Existe una relación directa entre la duración de esta fase y el crecimiento del cabello; en otras palabras, cuanto más larga sea la fase anágena, más crecerá el cabello resultante. Obviamente, la velocidad de crecimiento es también un factor importante. Normalmente, es de unos 0,35 mm por día.

La fase catágena se caracteriza por ser la más breve en el ciclo capilar, con una duración promedio de 3 a 6 semanas . El número de folículos pilosos que están en esta fase en un momento determinado es muy pequeño (sobre un 5%).

Durante la etapa caída , o telógena, alrededor de un del 10% del cabello se encuentra en este estado simultáneamente. Finalmente, este cabello es eliminado junto con su papila dérmica, preparando el folículo piloso para desarrollar una nueva papila. Tanto el número como la duración de estos ciclos capilares están influenciados por factores genéticos y hormonales.

En Rueber contamos con numerosos productos que nutren y aportan energía a los folículos con el objetivo de mantener a raya las anomalías capilares y estabilizar el ciclo capilar, frenando así la caída.

Coloración del pelo

Los melanocitos, localizados en la parte superior de la papila dérmica, desempeñan la función principal de sintetizar los pigmentos melánicos, y por tanto, son responsables de la coloración del cabello. El tono del cabello lo determina la proporción de eumelanina y feomelanina presentes en cada hebra. A medida que avanzamos en edad, los melanocitos experimentan una disminución en su capacidad de producir melanina, lo que provoca una alteración en el color del cabello hasta que finalmente adquiere una tonalidad blanca o grisácea, conocida como cana.

Tipos de cabello

Sobre la superficie de la epidermis del cuero cabelludo se acumulan las secreciones sebáceas y sudorales, formando una capa protectora con un pH aproximado de 5,6. La cantidad y calidad de esta capa protectora determinan la clasificación del cuero cabelludo en tres categorías: normal, seco y graso.

El cuero cabelludo y el cabello pueden evolucionar de manera distinta, dando como resultado situaciones en las que el cuero cabelludo sea graso mientras que el cabello se presente deshidratado y seco. Este tipo de situaciones da como resultado los cabellos mixtos.

Cuero cabelludo normal y cabello normal

Los cabellos normales se caracterizan por su suavidad, brillo y flexibilidad, lo que facilita su peinado sin esfuerzo. En otras palabras, representa el cabello ideal. El cuero cabelludo luce un tono rosado sin mostrar alteraciones fisiológicas. Este tipo de cabello no requiere cuidados especiales, basta con el uso de un champú con un pH adecuado para mantenerlo en óptimas condiciones.

Cuero cabelludo seco y cabello seco

El cabello seco es una condición en la que tanto el cuero cabelludo como el propio cabello carecen de la adecuada protección y lubricación debido a la escasez de lípidos y, en consecuencia, de también de agua. Esta anomalía se manifiesta con sequedad y deshidratación en ambas áreas, dando como resultado un deterioro de la cutícula capilar.

El cabello seco se caracteriza por su fragilidad, un aspecto opaco y la tendencia a electrificarse al peinarse. Tienen una textura áspera al tacto y las puntas suelen abrirse con frecuencia. En el cuero cabelludo, se pueden observar escamas e incluso áreas irritadas.

Las causas de este problema suelen ser endógenas, como la disminución de la producción de sebo y deficiencias nutricionales. Las causas externas a menudo están relacionadas con agresiones ambientales, como la exposición al sol, el viento, el agua salada o el cloro, así como por tratamientos capilares repetidos, como la coloración, las permanentes y los alisados.

Se recomienda utilizar productos capilares suaves, que contengan sustancias reengrasantes, activos que hidraten las fibras queratínicas y que regeneren la película hidrolipídica además de presentar propiedades calmantes.

Cuero cabelludo graso y cabello graso

El exceso de sebo en el cabello se debe a un aumento en el tamaño de las glándulas sebáceas, las cuales responden a la influencia de las hormonas masculinas, los andrógenos. Los lípidos producidos por estas glándulas sebáceas son liberados hacia el cuero cabelludo y tienden a impregnar parte del tallo capilar. Como resultado, tanto el cuero cabelludo como el cabello adquieren un aspecto notablemente brillante, mientras que el cabello suele carecer de volumen y agruparse en mechones.

En ocasiones, la sensación de cabello graso puede surgir debido a una mayor fluidez o licuación del sebo, incluso cuando este se produce en cantidades normales. Este fenómeno puede manifestarse en situaciones de elevadas temperaturas, como por ejemplo en climas cálidos.

Un factor fundamental en la generación de cabello graso es el incremento en la actividad androgénica, que conlleva un aumento en los niveles de testosterona. A través de la acción de la enzima 5-alfa-reductasa, la testosterona se convierte en dihidrotestosterona, lo cual resulta en un incremento del contenido de lípidos en la glándula pilosebácea. El exceso de sebo generado se libera hacia el exterior y alcanza tanto el cuero cabelludo como el tallo capilar.

Esperamos que esta primera parte te haya resultado interesante, en el siguiente artículo trataremos aspectos relacionados con la higiene y cuidado del cabello y del cuero cabelludo.

Recuerda que, en Rueber, contamos con una gran variedad de productos que te ayudarán a conseguir un cuero cabelludo sano y un cabello precioso.