La pérdida de cabello tras el COVID-19 genera una preocupación estética adicional a los pacientes que han pasado la enfermedad. Por este motivo, desde Rueber queremos explicarte cómo es la caída capilar por COVID-19 y su tratamiento.

Cuando leas este post, verás que se trata de una pérdida reversible y que, con la ayuda de nuestros especialistas, tiene solución. Te lo contamos a continuación.

¿Cómo es la caída capilar por COVID 19?

La caída capilar por COVID-19 se produce por la alteración del ciclo de crecimiento que provoca la infección, que recibe el nombre de efluvio telógeno agudo. La pérdida de cabello en los pacientes de coronavirus suele aparecer al cabo de 2 o 3 meses y puede ser muy evidente, pero es reversible.

La fase de caída que provoca el COVID-19 puede llegar a afectar a un 20% del cabello. La incidencia en los folículos se reparte por el conjunto del cuero cabelludo, por lo que la pérdida resulta difusa y las personas a las que les ocurre suelen notar una disminución de volumen o de densidad.

Estudios recientes indican que los pacientes con mayor sintomatología por coronavirus tienen más posibilidades de sufrir efluvio telógeno agudo. Al mismo tiempo, se calcula que hasta un 10% de personas asintomáticas han mostrado, como único efecto de la infección, caída del cabello.

El estrés que produce la enfermedad, también por la situación general que ha provocado, se ha convertido en una causa por sí misma de la alteración del ciclo de crecimiento del cabello, por lo que es relativamente habitual que muchas personas hayan notado una pérdida capilar.

En todos los casos, cuando se supera la situación estresante para nuestro organismo los folículos se preparan para iniciar una nueva fase de crecimiento.

La recuperación de la imagen anterior a este proceso puede llevar entre 6 y 9 meses y, aunque suele ocurrir de manera natural, es aconsejable el análisis de un especialista para descartar otras causas y estimular el crecimiento del cabello.

Diagnóstico y tratamiento para la caída del cabello por COVID-19

La recomendación principal que podemos hacerte desde Rueber, como centro capilar, es que solicites un diagnóstico inmediato en cuanto notes una caída de cabello. Esto debe hacerse siempre, pero especialmente en un momento como el actual y si más si se ha pasado el COVID-19.

En nuestro centro, la tricóloga, se encargará de realizar una exploración de los bulbos pilosos mediante un Tricograma. De esta manera, podrá realizar un diagnóstico exacto.Como señalábamos anteriormente, puede que no sea el COVID-19 y/o el estrés el causante de la caída. Incluso, puede ocurrir que existan otras patologías o condiciones de salud que estén afectando al cabello.

Cuanto antes se analice el caso concreto, más sencillo será diseñar un tratamiento adecuado. Además, resulta importante tranquilizar a la persona que sufre efluvio telógeno agudo por coronavirus: tiene solución y reducir el estrés que puede provocar este episodio también ayuda a superarlo.

Una vez se tiene el diagnóstico, el tratamiento para la caída capilar por COVID-19 consta principalmente de tres acciones, que pueden aplicarse de forma específica o también complementariamente:

  1. El primer paso es tan sencillo como incorporar una rutina de lavado frecuente del cabello con el champú que indique el especialista. La higiene del pelo y del cuero cabelludo siempre es importante, pero en estos casos ayuda a que termine de desprenderse el cabello en fase de caída y pueda iniciar un nuevo ciclo.
  2. Tratamiento vitamínico y nutricional con Minoelements. Uno de los motivos por los que se produce la caída y que a veces cueste recuperar la densidad capilar es por la pérdida de estos elementos en el organismo. Minoelements aporta las vitaminas y aminoácidos necesarios para la formación de queratina, pero también una serie de componentes que, combinados, frenan la caída, estimulan el crecimiento de pelo y uñas y además los fortalecen.
  3. Sesiones de plasma rico en plaquetas (PRP). Con 1 o 2 sesiones de este tratamiento, se logra reactivar la regeneración de tejidos y se estimula la formación de ácido hialurónico, colágeno y elasticina, además de mejorar la circulación sanguínea en los folículos pilosos. En tan solo un mes, el freno de la caída resulta evidente y comienza a producirse un aumento de la densidad capilar. Para saber más sobre el tratamiento PRP, puedes leer este post en el que te lo explicamos.

La caída capilar por COVID-19 tiene solución y se puede recuperar en cuestión de meses la cantidad y fortaleza del cabello previa a la infección. Para ello, es fundamental un diagnóstico lo más temprano posible: si has pasado el coronavirus y detectas una pérdida de cabello, ponte en contacto con nosotros cuanto antes.