El verano es una época en la que el cabello está radiante, siempre que lo protejamos correctamente. Sin embargo, todo cambia con la llegada de septiembre. Por este motivo, queremos compartir contigo algunas claves sobre cómo cuidar tu cabello para minimizar la caída estacional del otoño.

¿Quieres que tu melena esté lista para el proceso que vivirá las próximas semanas? Sigue leyendo.

La caída estacional: un proceso natural de nuestro organismo

La caída estacional no es un mito: es una realidad que se vive tanto en primavera como en otoño. Es habitual sorprenderse por perder una mayor cantidad de pelo a partir de mediados de septiembre y octubre: siempre que se encuentre dentro de unos índices normales, no debe ser motivo de alarma.

La ciencia apunta diversas razones para esta caída. Por ejemplo, que se genera una mayor densidad capilar para proteger el cuero cabelludo durante el verano y que, al disminuir las horas de sol, esta cantidad de cabello ya no es tan necesaria y se elimina.

Siguiendo esta teoría, nuestro organismo responde de manera hormonal al cambio de horas de luz. De esta manera, se alcanza el mayor número de cabellos en fase telógena en julio, seguido por otro pico algo menor en abril.

Se calcula que la caída estacional puede llegar a ser de cuatro veces la habitual, de ahí que resulte tan llamativa y se considere una auténtica muda capilar.

Por supuesto, con unos folículos sanos, el cabello volverá a nacer y crecer con total normalidad. Eso sí: si aparecen pérdidas focalizadas en áreas como la línea de crecimiento frontal o la coronilla, debe evaluarse de inmediato junto a un especialista como los de nuestro centro capilar.

La caída estacional del otoño puede verse incrementada también por las actividades propias del verano. El calor, los rayos del sol, el salitre o el cloro de las piscinas provocan deshidratación, falta de nutrientes, pérdida de color y fragilidad al cabello.

Todo ello, sumado a unos hábitos más despreocupados por las vacaciones, puede hacer que la melena esté más seca y apagada al final del verano. El pelo se enreda con más facilidad, aparecen puntas abiertas y se pierde densidad.

Para prevenir la caída otoñal y revertir los daños que ha sufrido el cabello durante los meses de calor, es muy importante seguir una serie de cuidados capilares y generales antes de que llegue el otoño.

Lavado con un buen champú hidratante, a diario si es necesario

Contra algunas creencias, el cabello puede lavarse cada día siempre que se utilicen productos de calidad que sean respetuosos con el pelo y el cuero cabelludo. Algunos cueros cabelludos no necesitan un lavado diario pero otros sí , para eliminar el exceso de grasa provocado por el sudor. Desde Rueber, te recomendamos nuestro Champú Hidratante para proteger el pelo de las agresiones externas, Hydra Sport para lavados frecuentes, Bio-B, con biotina para combatir la caída. Si tienes cualquier duda, puedes preguntarnos y te recomendaremos el más adecuado para ti.

Mantener el cabello siempre hidratado

el encrespamiento típico del verano es una muestra de deshidratación, que debe evitarse para no entrar en un proceso de rotura de cabello y apertura de puntas; aprovechamos para recordarte que, de vez en cuando, hay que cortar las puntas, por mucho que adores el cabello largo.

Una buena idea es sellar el pelo con aceites como el de argán, un humectante natural que aportará un extra de hidratación. Recupera este post en el que contamos todo sobre Agadir Argan Oil y sus inmensos beneficios. Otras buenas rutinas son las de incluir un acondicionador con o sin aclarado, como prefieras y aplicar una mascarilla cada dos o tres lavados. La crema suavizante Sweet Conditioner y las mascarillas Excesive y Nutrient Mask son excelentes opciones.

Los peeling capilares

El peeling capilar también ayuda a mantener la salud del cabello. Se trata de un tratamiento que se realiza sobre el cuero cabelludo para exfoliar las células muertas, el exceso de sebo y todas las posibles impurezas acumuladas. El efecto inmediato del peeling capilar es la oxigenación de la piel, pues se logra una limpieza en profundidad del cuero cabelludo. En este post te contamos todo sobre el peeling capilar.

Evitar daños innecesarios

Los rayos solares pueden provocar pérdidas de queratina y también de color. Por ello, se debe intentar elegir productos capilares con protección UV y cubrir la cabeza con sombreros ligeros que no aplasten el cabello. Además, no se deberían utilizar gomas; es preferible optar por bandanas o lazos de tela. En esta época, tampoco es aconsejable colorearse el pelo con tintes químicos ni utilizar planchas o secadores, ya que se provocará una deshidratación y fragilidad previa que se verá después multiplicada.

Dependiendo de cómo acabe tu cabello el verano, en otoño podría ser un buen momento para aplicarte un tratamiento de queratina, como te contamos en este post, para recuperar la proteína perdida.

Seguir una buena rutina de sueño y de alimentación

Dos claves durante todo el año pero en los que hay que incidir ante los desajustes veraniegos. Dormir es reparador para todo el organismo y tiene su efecto en el pelo. Los alimentos que se incluyen en la dieta también son fundamentales para mantener hidratado y nutrido el cabello, te lo contamos en este post de alimentación para el verano y en este otro sobre nutrición para fortalecer el pelo. En caso de no lograr aportar al cuerpo todos los componentes que necesita asimilar, en Rueber contamos con Minoelements, que asegura la absorción de los nutrientes para lograr un cabello sano y luminoso.

Si tienes cualquier duda, quieres saber más sobre nuestros productos o crees que estás sufriendo un periodo de caída fuera de lo habitual, ponte en contacto con nosotros. Estudiaremos tu caso y te aconsejaremos los tratamientos más ajustados para ti.